Baréin libera a 1.584 presos, muchos por disturbios

A pesar del escrutinio internacional, Bahréin asegura que sus procedimientos judiciales cumplen normas internacionales.

  Manifestantes antigubernamentales sostienen una foto de un preso político mientras piden su liberación durante una concentración organizada por el principal partido de la oposición de Bahréin, Al Wefaq, en Budaiya, al oeste de Manama, 15 de febrero de 2014. (photo credit: REUTERS)
Manifestantes antigubernamentales sostienen una foto de un preso político mientras piden su liberación durante una concentración organizada por el principal partido de la oposición de Bahréin, Al Wefaq, en Budaiya, al oeste de Manama, 15 de febrero de 2014.
(photo credit: REUTERS)

El Reino de Bahréin anunció el lunes la liberación de 1.584 presos, algunos de los cuales cumplían pena perpetua y otros que habían sido condenados en relación con las protestas de 2011.

Este indulto masivo incluye a personas que estuvieron implicadas en actos de violencia o desórdenes públicos durante un periodo de political unrest.

La decisión del Gobierno de liberar a estos presos también capitaliza la ley de "penas alternativas", promulgada en 2017, que permite a los reclusos que hayan cumplido al menos la mitad de su condena cumplir el resto mediante servicios comunitarios, cursos de rehabilitación o vigilancia electrónica, entre otros métodos.

Un comunicado de la oficina de comunicación del gobierno de Bahréin señaló la exención de toda fianza o tasas relacionadas para las personas liberadas, lo que indica un enfoque integral de este acto de clemencia.

La mayoría de los indultados estaban relacionados con disturbios

Según un portavoz del Gobierno, aproximadamente el 65% de los indultados habían sido condenados por cargos relacionados con disturbios, lo que subraya el contexto político de muchos encarcelamientos.

Bandera del Reino de Bahréin (crédito: Wikimedia Commons)
Bandera del Reino de Bahréin (crédito: Wikimedia Commons)

Este indulto masivo se produce mientras Bahréin sigue sorteando las secuelas de la revuelta antigubernamental de 2011, liderada principalmente por la oposición chií contra el gobierno de la familia real suní.

Las autoridades de Bahréin se encuentran en una situación difícil.

Los disturbios formaron parte de las protestas de la Primavera Árabe, convirtiendo a Bahréin en la única monarquía del Golfo que experimentó una agitación significativa durante ese periodo.

Desde entonces, el gobierno bahreiní ha sido criticado por su dura represión de la disidencia, que ha llevado al encarcelamiento de miles de manifestantes, periodistas y activistas, a menudo en juicios masivos.

A pesar de enfrentarse al escrutinio internacional de entidades como las Naciones Unidas por sus prácticas en materia de juicios y detenciones, Bahréin insiste en que sus procedimientos judiciales se adhieren a las normas del derecho internacional.

La introducción del Programa de Sentencias Alternativas en 2017 representa un esfuerzo por reformar el sistema penal, del que ya se han beneficiado cerca de 6.500 presos, según la declaración del gobierno.

El gobierno de Bahréin se ha esforzado por reformar el sistema penitenciario.