Mientras los apologistas del régimen mostraban apoyo a Raisi, otros insinuaban que el régimen estaba detrás de un intento de asesinato, y muchos celebraban la noticia no confirmada.
El presidente de la Knesset, Amir Ohana, calificó a los manifestantes en campus estadounidenses de "turbas masivas" que intentan "aterrorizar" a la dirección universitaria "hasta la sumisión".